La producción y el uso intensivo de las tecnologías de información y comunicación (TIC) a nivel mundial, han llevado a las disciplinas bibliotecológicas y de la información a redirigir su investigación hacia el usuario. Si bien el tema de usuarios siempre ha formado parte del discurso bibliotecológico, por considerarlo el principio y fin del ciclo de la producción de la información, no es sino hasta la década de los ochenta del siglo pasado cuando se empieza a abordar este fenómeno de manera sistemática y consistente.